martes, 1 de diciembre de 2009

7 y medio

Tarde de fin de Junio. Los exámenes ya están hechos y esperábamos las notas finales de la facultad. Como solía ocurrir, alguien picó el timbre del portal

BRRRRRRRRRRRR

- casa Juan?? (dicho así sonaba a restaurante, pero cuando quedábamos en mi casa, la gente se refería a "Casa Juan")
- Sube Edu.

Tras preparar los cafés con leche rituales (jamás entenderé cómo te podía gustar un café con leche con 4 cucharadas de azúcar: mete la lengua en el azucarero directamente...) nos sentamos a ver la tele...

BRRRRRRRRRRRR (otra vez)

- quién?
- Jordi y Moni.
- hala subir.

Así que entran con el atuendo de ir a patinar... y los patines puestos...

BRRRRRRRRRRRR (otra más)

- quién?
- el Toni y la Su
- venga, p'arriba!!

BRRRRRRRRRRRR (y otra)

- hola?
- el César y compañía
- dale!!!

BRRRRRRRRRRRR (pero bueno!!)

- sí?
- el Sergi
- sube!!

BRRRRRRRRRRRR (ostrás...)
- mande?
- el Roger
- ya tardas!!
Así que ya estabamos toda la comparsa y seguro que alguno más (que no se moleste, pero una ya tiene una edad y pierde nitidez en los detalles).
y qué hacemos para matar el rato?? a alguien se le ocurrió jugar al 7 y medio... de tal manera que Edu explicó las normas: "... el 7 y medio normal, pero apostando (nen, saca la caja de pesetas y repartimos). Se puede apostar sobre la jugada propia o cualquier otra sobre la mesa. Si la banca pierde por 7 y medio, se obliga a pagar el valor de todas las apuestas ganadoras a los apostadores..."
Tras varias manos (largas al ser tantos), la cosa se empezó a caldear y decidimos poner dos barajas para poder jugar. De tal manera que gané con 7 y medio la banca y empecé a repartir mano...
El primero en pedir era Edu... carta abajo, 3, (la gente apostando como locos) 4... y me planto... en este punto ya veía venir que me tocaría pagar un dinerillo...
El siguiente era César... carta abajo, 3 (la gente apostando)... 4 y... me planto... Coño! otro siete y medio!!! Esto va a ser la ruina!!!!
De la misma manera, se sucedieron 7 y medio en Jordi y Roger... la gente sobradamente había apostado a peseta que luego se pagaba a 20 duros.
La catástrofe era inminente... me tocaba repartirme a mí... o sacaba un 7 y medio o estos pollos me iban a desplumar.
Ya te puedes imaginar el cachondeo general y el pitorreo porque además de poner la cama... en fin, que me iba a salir la tarde por una pasta (no menos de 10.000 pelillas de las de antes) y en aquel entonces éramos estudiantes... un fortunón
Miré con poca fé y mucha adrenalina la carta vuelta... un 3. Saqué carta, pensando que me saldría... un 1 (y van 4) otra más... un 1 (y van 5)... otra más... un 1 (¿pero cuántos 1 tiene esta baraja? y van 6)... otra más... una sota (6 y medio).
La catástrofe estaba servida... ya veía que saldría un 5 o un misero 2 y me tocaba aflojar la mosca...
Así que la gente jaleaba a cada carta que salía del mazo. Respiré hondo y saqué carta... un 1!!!! 7 Y MEDIO!!! en fin, la cara de indignación de mis compis y por contra, la de satisfacción mía ... bueno... todo un poema.
Cobré las ganancias y nos fuimos a echar un helado por ahí, que convenientemente el vecino de abajo se encargó de subir para llamarnos la atención porque "a ver qué estáis haciendo ahí que se va a hundir el techo del piso!!!".
En fin... nunca más volvimos a jugar al 7 y medio en casa... por si acaso.

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